La violencia doméstica engloba un ámbito muy amplio de delitos cometidos en el ámbito familiar, y supone un sufrimiento añadido para las víctimas, que están unidas por una especial relación de afectividad y a veces dependencia con el agresor
Tienden a confundirse los términos “violencia doméstica” y “violencia de género”, hasta el punto de que a veces se usan como sinónimos, cuando no lo son
La principal diferencia entre ambas figuras radica en las personas implicadas y en la relación que las une; pues la víctima de la violencia de género ha de ser necesariamente una mujer que es o ha sido esposa del autor, siempre hombre, o está o estuvo ligada a él por una análoga relación de afectividad, aun sin convivencia, mientras que en la violencia doméstica víctima y agresor, de género indistinto, pueden ser cualquiera de los miembros de un núcleo familiar con relación de parentesco o no (padres, abuelos, hermanos, hijos propios o del cónyuge, etc)
En realidad no existe un delito único de violencia doméstica o un delito único de violencia de género como tal, si no un conjunto de delitos que se encuadran en cada uno de los grupos anteriores en función de las características subjetivas, por lo que es necesario analizar el caso en detalle y valorar la estrategia más adecuada
Si te has visto envuelto en un procedimiento penal por violencia de género o doméstica, necesitas un profesional que te acompañe que sea empático y transparente, que te hable claro y que te ayude a buscar la mejor estrategia, y aquí es donde puedo ayudarte. Ten en cuenta que, generalmente, el procedimiento penal irá ligado a un procedimiento de familia y contar con una abogada experta en ambas materias será tu mejor opción